sábado, 2 de enero de 2010

Empresas que formaron parte de nuestra vida, y sin decirnos adios nos abandonaron.











Estaba soñando anoche, en que le apostaba a un compañero de Escuela, que mi Sylpaven 2 kilómetros no llegaba a esa distancia en largo si llegábamos a correr una maratón.

Porque esas biromes tenían la maldita costumbre de cada tanto echarse un cago en el papel: era como si uno quisiera hacer una línea recta y el bolígrafo largaba gases en la hoja con unos puntos de tinta que quedaban un largo rato.

De repente me suena el despertador del teléfono boliviano que me dio Telecom... y entre la discusión de la Sylvapen 2 km, apareció el modelo anterior: "la Sylvapen 78".

Yo era fanático de las Silvapen (con i latina)... pero en algún momento me olvidé de ellos y ahora -justamente ahora se me viene a la memoria-.

Voy a Google. Me fijo qué aparece en la web de Sylvapen... y ahora, es una fábrica de vasos de plástico: una reverenda porquería.

Peor aún, por lo que voy viendo... a Sylvapen -que parece que era de un tal Silva, un brasilero porque aunque había fábrica en Argentina la de ellos era enorme- la fueron vaciando en los años noventa, para quedársela toda... la gente de Paper Mate.
Una atrosidad.
Bué, lo de "pen" de Silva, es por pencil de lápiz y no "la pi japones" o pen de pene... no sean vulgares...
NADIE SALIÓ A GRITAR ESTE ATROPELLO.

La Sylvaletra, valuarte histórico que presentaba a tu familia en cada portero eléctrico...

O las fibras Sylvapen de seis, de doce o de veinticuatro... cuyo formato nos invitaba a pitar un pucho con florcitas naranjas, rojas...

Lo que sí, que si te ponías mucho en la boca el capuchón blando de esas fibras, quedaba un asco: con saliva y con "pelitos".

La Sylvapen de doce era la mejor... porque la cajita de seis deprimía y quedabas como que tus viejos eran unos miserables (más si esas fibras venían con la tapita plástica rota -que se hacía percha por nada- y una reja que creo que se hizo para que se abriera rápido, perdieras fibras y tuvieras que adquirir otras)... mientras que la de veinticuatro era como la gula: con muchas tonalidades repetidas.


Les regalo algunos afiches de Sylvapen...

No obstante, también les obsequiaré un estuche de doce lápices que contaban con un sacapuntas arriba.

OTRA TRUCHADA.

Ahora que vuelve Duhalde para el 2011-un genio de la Provincia de Buenos Aires-, le vamos a pedir que reabra Silvapen... así podemos salir corriendo con la dos kilómetros de TANTA PAYASADA!








1 comentario:

  1. silva es por que la mujer del dueño se llamaba Silvia y pen, por que lapicera en italiano se dice penna.

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