domingo, 24 de enero de 2010

El Best Seller más Impactante del Año. Antes de Contratar a un Empleado, sepa de antemano todo lo que le puede ocurrir: "Alta Temprana".

El libro que aún no se consigue en las Librerías de su barrio, hoy hace estragos entre versiones truchas publicadas en Internet.
"Alta Temprana", de Felipe Vasteiro, hace hincapié en las pavadas en que un dueño, personal de Recursos Humanos o Contratista padece apenas un operario aterriza a una planta industrial.

Aquí vamos a focalizar algunos de los Capítulos más sobresalientes de este Best Seller que -luego de leerlo- ya va a estar pensando en rajar a todo su personal a "freir churros".

Capítulo 3. "La Teoría de la Bicicleta".
Cualquier operario (de los de antes, porque ahora hasta el bebé recién nacido al mercado laboral tiene una moto -sin papeles, por supuesto-) se dirige desde su domicilio hasta su lugar de trabajo.
Tres cuadras antes de llegar, por culpa de un maldito clavito, se le pincha la rueda.
Una gomería cercana flamea un neumático de camión gigante apoyado sobre un poste de la luz con una leyenda escrita en cal que dice "Gomería 24 horas".
Sin embargo, el obrero, en vez de ir hasta allí o de hacer las tres cuadras que le faltan y mostrar el imponderante...
NO.
Se vuelve hasta su casa (distante a unos cinco kilómetros) y llama a la empresa para avisar "que tuvo que regresar porque se le pinchó la rueda".
En realidad, esto es mentira.
El tipo se quedó dormido, o simplemente no tiene ganas de ir, y se pega el faltazo aduciendo esa excusa tan histórica como que "dos más dos es cuatro".

Capítulo 7. Accidentes de Trabajo.
Un partido de fútbol entre amigos provocó que el muchacho se le cruzaran los ligamentos y -puff, qué dolor- apenas puede caminar.
Llama a la empresa para contar que el Viernes se golpeó la rodilla en la fábrica y que no puede mover la pierna.
Va a la ART.
Ahí arranca el largo peregrinar: que hay que hacer una resonancia magnética... que se va a presentar a la Oficina de Personal, aduciendo muletas y diciendo (con gestos desgarrantes) em compañía de su "señora"...
La cosa sigue por un par de meses, la ART le da el alta ya que sus investigadores "privados" se dan cuenta que no tiene nada que ver con un "accidente laboral".
La Obra Social lo patea.
El pibe se saca las muletas y con ellas patea a quien se rodea, y sin mediar palabras, se va a lo de un abogado para hacer juicio a todos. Sí, también para vos que estás leyendo esto y no estás tomando cartas en el asunto por él.

Capítulo 25.
Escoba nueva!
Narra las peripecias de un trabajador proveniente del interior que parece que la proactividad lleva a todo por delante...
Pero un cierto día, y tras comer un asado con unos tíos correntinos que ya llevan unos lustros largos en nuestros pagos... y entre sangrías y algún "falta envido y truco" de uno de ellos que está desbordado de Gancias o Fernet; le cuentan que es hora de pasarse una lumbalgia.
Allí, la espalda y las resonacias magnéticas y las muletas y todo lo explayado en el párrafo anterior.
La escoba nueva que era el operario al entrar, termina siendo una de las bacterias de Lisoform.

Capítulo 30.
Amigos son los amigos.
Entran dos muchachos en el mismo lugar, en idénticos horarios y sectores.
Comienzan a hablar.
Terminan quedando en encontrarse un sábado para un picado.
Va uno de ellos a la casa del otro.
Conoce a la madre de ese otro.
La madre está separada.
Un día el primero va a la casa del otro. El otro no está y termina sola la madre.
Se encariñan.
Saxo y escenas cuidadas en el catre del otro.
El otro se entera.
Va al trabajo.
Lo caga a reverendas trompadas en el medio del día de trabajo.
Los sancionan a los dos.
Termina la madre del otro, con otro de otro que se puso a favor del otro.
Puterío fenomenal.
Despido masivo.

SEGUIMOS CON MÁS, EN LA SEMANA QUE VIENE.
NO SE LO PIERDA SEÑOR EMPLEADOR.

No hay comentarios:

Publicar un comentario